|
|
 |
|
Biografía |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|

Mi nombre completo es Rubén Rodríguez Tinaquero, nací en Valladolid, el 20 de octubre de 1987. Me encantan el deporte, sobretodo el fútbol. Tengo pasión por este deporte. Desde bien pequeño además. Me devoraba las Guías del Marca, desde la primera (en la lejana temporada 1995-1996) hasta la última. Mi padre siempre me decía “si pusieras la mitad de interés en los estudios del que pones en el fútbol, sacarías matrículas”.
No le faltaba razón, no fui un buen estudiante hasta bien pasada la adolescencia, antes no es que fuera mal estudiante, es que mi adoración por el fútbol me restaba tiempo para los estudios. Así me iba... Menos mal que cambié a tiempo y como no, gracias al fútbol. Una grave lesión en la rodilla y el hecho de que no era muy diestro jugando al fútbol (y no me refiero a que fuese zurdo), hizo que dejara de lado jugar y que centrara mis ilusiones en ser entrenador. Pero ví que para hacer el Curso de entrenador, un requisito imprescindible era tener el Graduado Escolar. Mal lo llevaba, la ESO siempre la llevé atravesada. Tanto es así que repetí dos cursos. Pero no hay nada mejor en la vida que encontrar una motivación, para poder alcanzar nuevas metas y desde entonces me fue picando el gusanillo (primero para sacarme el dichoso graduado) y después (y como decía mi madre) para tratar de ser alguien en la vida. Después de sacarme el Graduado Escolar en el Colegio San José (donde pasé 12 años de mi vida), me saqué el Bachillerato en el Centro Grial. Las notas cada vez iban siendo mejores. Y después de la selectividad, pasaría el verano más difícil de mi vida. Muchas noches pasé en vela pensando qué carrera hacer. Y es que no me lo había planteado antes. ¿Como lo iba a hacer?, si años atrás prácticamente no podía ni con la ESO. Pues bien, tenía dos alternativas. Periodismo o Educación Física. Lo sé, se parecen lo mismo que un huevo a una castaña. Pero por una parte, me encantaba el periodismo deportivo, porque además de las Guías del Marca, también he devorado muchos periódicos (concretamente “El Norte de Castilla”, medio para el que trabajó mi padre durante más de 30 años). Pero claro, también me gustaba todo lo relacionado con el deporte y los niños. Al final me decanté por la Educación Física (quien me lo iba a decir a mí, con lo mal alumno que fui). Seguramente, el motivo que hizo que me decantara por esta carrera y no por periodismo, fue que pensé que me sería de mayor utilidad de cara a progresar como entrenador (por entonces, ya llevaba dos años entrenando a fútbol sala). Mientras hice la carrera me saqué varios cursos: primero vino el título de monitor de ocio y tiempo libre, después el de coordinador de tiempo libre. Actualmente estoy terminando el Grado de Educación Primaria y el Nivel I del Curso de Entrenador de Fútbol. Por cierto, sigo teniendo una espinita clavada: Periodismo. No creo que tarde mucho en retomar esa idea.
Vaya tostón que os he metido con mis estudios, ¿no? Pasaré a hablaros de mi pasión, el fútbol. Mi equipo es el Real Valladolid (aunque no negaré que también soy un poco merengue). Desde muy pequeño he ido al “Nuevo” Zorrilla (pongo nuevo entre comillas, porque aunque se llame así, de nuevo tiene más bien poco), concretamente desde la temporada 1997-1998 (aunque no sería hasta la 2002-2003 cuando me haría abonado). El primer partido que presencié fue un Real Valladolid 4-0 Zaragoza. Ese día me enganché al Valladolid para siempre. Y mira que ya antes me había dado alegrías. Sin ir más lejos, fue el Valladolid el que me hizo el mejor regalo de comunión dos años antes, concretamente el 19 de mayo de 1996. Ese día se jugaba la permanencia en Oviedo. Al descanso iba perdiendo 2-1. Mal pintaba la cosa. Cuando pregunté por el resultado al final del partido y me dijeron que había ganado 3-8 creí que estaban bromeando, pero no. El Valladolid no solo había conseguido salvarse del descenso, sino que además consiguió su mayor goleada como visitante. Y el día de mi comunión!! ¿¿¿Cómo no iba a ser del Valladolid???
Como sabéis, mi ilusión es ser entrenador (profesional). Mi sueño es serlo del Valladolid. Nada me haría más feliz. Haré todo lo posible por conseguirlo. Si he podido con los estudios, ¿porqué no voy a poder con mis ilusiones? |
|
|
|
|
|
|
|